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El Lado B de la muestra.

Estos son los otros protagonistas de Expoagro

Detrás de las empresas de semillas, maquinaria y camionetas hay un enorme ecosistema de pymes del interior que se acercaron a Expoagro para mostrar lo suyo.

No todo son máquinas, semillas y camionetas en Expoagro. Entre los cientos de expositores que se acercaron la semana pasada hasta San Nicolás hay un gran ecosistema de pymes del interior del país cuya suerte está estrechamente ligada al éxito del sector agropecuario, un cardumen que nada detrás de los peces gordos apostando a que la correntada los arrastre hacia adelante.

Fabricantes de agropartes, de paneles solares, de bombas, de motores, de implementos para el manejo de hacienda, de elementos para electrificación, balanzas, mangas, casillas, motosierras, hornos económicos, fábricas de premoldeados de hormigón para galpones, tubos de hormigón para obras de canalización, indumentaria de trabajo… Estás pymes -la mayoría de ellas, fábricas de entre 30 y 150 empleados instaladas en pueblos del interior- se acercaron a la muestra agroindustrial para atraer a productores y contratistas, para contactarse con posibles representantes, para asociarse con otras empresas o hasta para iniciar nuevos negocios con el exterior.

¿Les llegó a ellos el buen clima que genera la perspectiva de una cosecha récord? "Este año hay más consultas, pero para concretar los negocios falta que se confirmen los buenos rindes y que la gente tenga la plata en la mano", le comentó a Clarín Rural Francisco Prat, de la empresa familiar El Imán, de la localidad pampeana de Alta Italia, que llevó hasta San Nicolás sus cuatro líneas de casillas rodantes.

Estiman que 160.000 personas visitaron la feria durante los cuatros días. Foto. Maxi Failla

El Imán debe su nombre a que en un principio, cuando fue fundada por el abuelo de Prat, la empresa era un desarmadero de maquinaria, donde el imán es una herramienta central. Con el tiempo, al ritmo del auge agrícola, la familia descubrió que emergía en el campo un nuevo actor con demandas específicas, los contratistas, y hacia ellos apuntaron su ingenio. "Los equipos salen a trabajar tres o cuatro meses a lo largo del país y los operarios necesitan estar cada vez más cómodos, con aire acondicionado, agua caliente… Nuestro modelo premium de casilla hasta tiene lavarropas", detalló Prat.

Actualmente los contratistas realizan el 80 por ciento de las labores a campo y son responsables del 60 por ciento de las compras de maquinaria agrícola. Sin duda, encuentran en Expoagro un verdadero parque de diversiones, y son muchas las empresas que, como El Imán o las firmas de maquinaria, apuntan específicamente a ellos. Es el caso de Filpel, una fábrica de filtros para motores diesel ubicada en Firmat, Santa Fe, que llegó a la muestra con el apoyo del gobierno provincial, o de Zona Campo, una fábrica de repuestos agrícolas de la localidad de Río III que mostró sus cuchillas y otras piezas en el stand de la provincia de Córdoba. También para los contratistas se pudo encontrar marcas de componentes para pulverización, un sellador de silos plásticos y un stand de Tyrfil, una inyección de poliuretano para resolver pinchazos de cubiertas.

Ofen emplea a 60 personas en Temperley, llegó a Expoagro con sus estufas alimentadas con chips de madera. Foto. Maxi Failla

Otra tendencia que se pudo observar en el lado B de Expoagro fue la necesidad de volcarse a las energías renovables ante el eterno aumento del costo energético. Se pudo ver a varias firmas ofreciendo paneles solares, bombas y termotanques solares que son muy buscados en el campo para llenar los bebederos, dar corriente a los alambrados o iluminar las casas. Uno de los stands que se vieron muy concurridos fue el de Ofen, una empresa metalúrgica de Temperley que emplea a 60 personas en la fabricación de exhibidores y puntos de venta y que hace dos años decidió desarrollar estufas que se alimentan con pellets de madera, un residuo de la industria forestal sin muchos usos a nivel local.

Los paneles solares y otros implementos de energías renovables coparon la expo. Foto. Maxi Failla

"Se empezó a vender mucho a partir de diciembre, enero y febrero. La crisis energética hace que la gente se interese en estas alternativas, ven las facturas de gas y electricidad y deciden hacer la inversión porque el ahorro energético es muy importante", explicó el director comercial de la firma, Hernán Macieri, y comentó que en Expoagro, además de mostrarse al público general, recibió visitas y propuestas de gente que los quiere representar en el interior del país.

Y como el crecimiento del sector agroindustrial también requiere de inversiones en infraestructura, en San Nicolás se pudo ver, por ejemplo, los tubos premoldeados de hormigón de la firma cordobesa Indalce, utilizados para las muy necesarias obras de canalización. "Tenemos como clientes a muchos productores, pero sobre todo a empresas de ingeniería civil y organismos estatales", explicaron desde Indalce.

Y a tono con el peso creciente que la ganadería tiene en la muestra, los implementos para esa actividad también se hicieron ver. Por ejemplo, las bombas Lorentz, que abastecidas con dos paneles solares extraen 25.000 litros de agua por día, suficientes para un rodeo de 400 cabezas, o las herramientas modernas para el manejo de hacienda ofrecidas por la firma Trutest, como balanzas electrónicas para las mangas y elementos de electrificación. Otra firma con impronta ganadera que dijo presente fue Farmquip, una empresa familiar con 25 empleados ubicada en la localidad de Acebal, al sur de Rosario, que tiene como clientes a campos y feedlots de la Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. "Gracias al empujón que está teniendo la ganadería hemos tenido ventas y hemos pasado muchos presupuestos. El productor se está abriendo a la aplicación de tecnología y le dá cada vez más importancia al bienestar animal. La falta de financiación es la queja principal del productor", afirmó Gonzalo Mosquera, de la empresa santafesina.

El equipo de Farmquip, a pleno.

La oferta de Expoagro se completó con los tanques de plástico o acero y estaciones de servicio móviles de Bertotto Boglione, los muros de hormigón Igriega para acopios, aceiteras y feedlots, las máquinas para el tratamiento de semillas de LS, las hidrolavadoras, las cortadoras de metal, los amplificadores de señal de internet, estaciones meteorológicas, grupos electrógenos… La lista es larga, estas son solo algunas de las pequeñas empresas que llegaron hasta la mayor exposición agroindustrial del país para hacerse ver e iniciar contactos, a la espera de que una cosecha récord desencadene el famoso círculo virtuoso.

Fuente:

Clarín Rural

 
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