Prácticas Agronómicas

Suelos más productivos y sustentables

Con premisas sencillas, como la nutrición balanceada y el diagnóstico de los puntos débiles de los lotes, hay productores que, sin grandes inversiones, lograron mejorar la eficiencia de sus campos.

Los productores que apuestan por la nutrición balanceada de sus cultivos alcanzan manejos sustentables de sus campos cumpliendo una serie de premisas sencillas que mejoran notablemente la productividad a la vez que aumenta la rentabilidad y el cuidado de los suelos.

Los casos de productores que lograron diferenciarse del resto apostando a la tecnología son algo cada vez más común en nuestras pampas. ¿La fórmula? Personas inquietas que buscan mejorar la productividad, conocer más sus campos y diagnosticar en donde están los puntos flacos de sus lotes. No hacen falta grandes inversiones ni escalas enormes de producción para dar lugar a la intensificación sustentable de los sistemas agrícolas.

Ya sea considerando el balance, la reposición y hasta la suficiencia de nutrientes, los cultivos responden de forma sostenida. Abundan las evidencias acerca de la respuesta a nitrógeno, fósforo y azufre mientras que hace ya varios años se documenta en cada vez más regiones las respuestas a micronutrientes como el zinc y el boro.

Agriculturización consciente

Alejandro Palacios y Miguel Nicholson asesoran un campo de la Adm. Santamarina y Asoc. en la zona de Salto desde el año 1999. Son 950 hectáreas de origen ganadero que vivieron la transformación hacia la agricultura de las últimas décadas.

En el proceso de sacar alambrados se comenzó a caracterizar el campo en ambientes de media loma y loma a la vez que se empezaron a monitorear los rindes, la siembra directa y las terrazas ayudaron a suelos potencialmente muy erosionables. Con esta información se buscaron los rindes potenciales por ambiente y el manejo y la rotación más adecuados para cada caso maximizando siempre la rentabilidad. Con el pasar de los años se incorporó la dosis variable de nutrientes.

Actualmente la empresa tiene diversificada la producción y buscan trabajar con specialties de manera de lograr conseguir una mayor renta y un precio fijo desde antes de sembrar con el objetivo de trabajar enfocados en la productividad. Así es que se incorporó en las rotaciones a la colza para semilla, arveja verde, espinaca, doble cultivo de maíz para choclo, trigo y maíz semilla. Además de las ventajas en cuanto a precio y captación de renta, Palacios hace hincapié en el manejo fitosanitario más exitoso.

La clave de la nutrición pasa por incorporar cultivos rentables que a su vez permitan trabajar con dosis óptimas de fertilizantes y de esa manera se mejore sensiblemente el suelo. De esa manera se mantienen las rotaciones intensivas de forma sustentable en los umbrales de respuesta de los cultivos.

Otro caso es el de Javier Torres, productor y asesor de la empresa Oderda Pedro e Hijos, con unas 5000 ha en Wheelwright, Santa Fe, sobre campos propios y alquilados. La adopción de un manejo de tecnología de punta comenzó hace varios años con el fin de mejorar sustancialmente la estructura y capacidad productiva de los campos propios y de los alquilados ya que los contratos son a largo plazo y los propietarios comprenden la importancia de la rotación y las fertilizaciones para el beneficio productivo.

Las decisiones respetan una rotación lo suficientemente larga como para poder pensar en los cultivos de verano del próximo año de forma de fertilizar en función de esa secuencia. Siempre se realizan análisis de suelo para diagnosticar los lotes y luego se toma la decisión de la compra de fertilizante en función de los nutrientes necesarios y los precios relativos de cada uno.

El mayor aporte de carbono de la rotación y la fertilización balanceada tornan más estable al sistema por lo que los pisos de rinde aumentan mientras que en los años con mejores condiciones los rindes máximos son más altos. Adicionalmente, al fertilizar dos cultivos en una sola labor el planteo es más económico. En los años con menores precios de granos, se buscan planteos de mayor eficiencia y aporte de nutrientes en una única aplicación, normalmente se logra con mezclas físicas.

Intensificar

Rogelio Riccardo es asesor de la Cooperativa Coopar en General Ramírez, provincia de Entre Rios. Como muchos, además de asesor, Rogelio es pequeño productor, lo que hace más interesante el planteo debido a que la escala pierde importancia.

La región se caracteriza por ser deficitaria en fósforo por lo cual este nutriente es un paso obligado en cualquier tipo de planteo agrícola. En los campos de los productores se trabaja con dosis de reposición en los planteos de trigo-soja aplicando fosfato monoamónico con el fin de nutrir a la soja de segunda con el remanente en el suelo. En el caso del maíz también se aplica monoamónico para luego trabajar con UAN y así asegurar una buena nutrición del cultivo.

El sistema funciona bien debido a que se realiza hace años un buen manejo de los lotes en siembra directa a la vez que se focaliza fuertemente en la rotación y la nutrición. Desde el punto de vista de los precios relativos, nunca se aplica menos que la reposición de lo que se lleva el cultivo. La intensificación productiva hace que se pueda pensar en una rotación con cuatro cultivos en dos años de manera sustentable.

En cuanto al por qué no se generalizan estas prácticas, los tres referentes coinciden en el cortoplacismo típico de los contratos de arrendamiento bajo los que se hace agricultura en la mayor parte del país. Al no tener certezas sobre la continuidad de la producción en un campo se busca maximizar la renta en la campaña.

El valor de las personas es otro punto clave en el negocio, sin personal capacitado es imposible plantearse y lograr los objetivos productivos, de manejo y de renta. Los referentes destacan que estar actualizado permite ganar tiempo y no correr las innovaciones de atrás. No se trata de extraterrestres ni multimillonarios, estos casos se multiplican en nuestras pampas.

Fuente:
La Nación

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