Prácticas Agronómicas
Con el Niño, alertan que aumentan los riesgos de Enfermedad en Soja
El fitopatólogo de la FAUBA Marcelo Carmona advirtió que si no se controlan a tiempo las enfermedades de fin de ciclo, se puede perder hasta un 20% del rinde de la oleaginosa.
Esta es una campaña en la cual hay que cuidar grano por grano, para alcanzar el máximo rendimiento de la soja posible. Por eso, sobre todo en este año con el fenómeno de El Niño, es clave controlar de forma correcta y eficiente las enfermedades de fin de ciclo (EFC) en la oleaginosa.
"Se espera que este fenómeno climático sea más intenso en diciembre y en los primeros meses de 2016. Esto generará que haya lluvias sorpresivas, inesperadas, sucesivas y frecuentes", dijo el especialista, en una jornada en Rosario organizada por Dupont.
Por lo que habrá más canopeo (mayor biomasa foliar) y más horas de mojado de las hojas, lo que trae como consecuencia mayor probabilidad de ataque de los patógenos, detalló.
Entre las enfermedades de fin de ciclo que se pueden dar, el fitopatólogo de la FAUBA describió que se harían presentes mancha marrón (Septoria glycides), tizón de la hoja (Cercospora kikuchi) y podredumbre de la raíz y base del tallo (Phytophthora sojae).
"Hay que seguir de cerca la mancha ojo de rana (MOR), una enfermedad que puede resurgir, porque las condiciones ambientales fueron propicias tanto en invierno como ahora, con el Niño. Dependerá mucho de la susceptibilidad de los materiales sembrados también", indicó.
Ante este panorama, Carmona enfatizó la importancia que tiene el monitoreo. "El asesor debe tener siempre presente en el lote y monitorearlo. Hay que tomar decisiones que apunten al momento adecuado de aplicación, porque es más importante que otras variables", explicó.
Marcelo Carmona, fitopatólogo de la FAUBA, advirtió que este año podría haber mancha ojo de rana (MOR).
En consecuencia, si no se hace un adecuado control de las EFC se puede perder hasta un 10% del rinde. Y un 20% por el ataque de MOR, o incluso más.
Por otro lado, Carmona hizo hincapié en el uso de fosfitos, una tecnología para amplificar los mecanismos de defensas naturales de la planta. Como característica principal, el fitopatólogo recordó que se mueven por floema (pueden ir hacia la raíz, a diferencia de fungicidas clásicos, que no lo hacen).
"Trabajan sobre algunas enfermedades que son difíciles de controlar, como mildiú (Peronospora manshurica) o podredumbre de la raíz y base del tallo (Phytophthora sojae)". Para el experto, los fosfitos pueden contribuir y auxiliar la acción de los fungicidas.
"En soja, usar fosfitos con mezclas de fungicidas ayuda a tener un mejor espectro de control, sobre todo en años Niño, en los que es necesario protegerse de sucesivas lluvias y generar un impulso en las defensas de las plantas a través de sus propias defensas naturales", sintetizó.
Fuente:
Clarín Rural